Adéntrate en uno de los paisajes más sobrecogedores del páramo de Sumapaz: la Laguna de Fausto

Ubicada en la parte alta del Páramo Grande de Guasca, la Laguna de Fausto es un espejo de agua silencioso rodeado por montañas cubiertas de musgos, frailejones y niebla. Este lugar no solo es fuente de vida y reserva hídrica, sino también un santuario de fuerza natural donde el viento y el agua han esculpido una belleza austera y poderosa.

Caminar hacia Fausto es enfrentarse a la inmensidad: una travesía exigente entre senderos rocosos, nacimientos de agua y cielos abiertos que invitan al recogimiento y a la contemplación. Es una experiencia para quienes buscan desconectarse del ruido y reconectarse con lo esencial.

Ven, deja que el silencio te guíe, que el frío te despierte y que la montaña te muestre la ruta del agua. Cada paso hacia Fausto es una ofrenda a la tierra que nos da vida.